lunes, 30 de julio de 2012

MOBBING







El término mobbing se considera como una forma característica del estrés laboral y se define como una
situación en la que una persona o grupo de personas ejercen una presión psicológica extrema, de forma sistemática (al menos una vez por semana) durante un tiempo prolongado (más de seis meses) sobre otra persona en el lugar de trabajo. También se conoce con los nombres de hostigamiento o psicoterror.

ORIGEN
Las hipótesis apuntan a motivos varios pero, básicamente, están ligadas a dos aspectos: a) la organización
del trabajo (deficiente organización, ausencia de interés de los superiores, carga alta o mal distribuida de trabajo,flujos pobres de información, líderes espontáneos no oficiales, conflictos de rol, etc.) y b) la gestión de los conflictos por parte de los superiores (la negación del conflicto o la implicación activa en el mismo).

FORMAS DE EXPRESIÓN
La expresión de situaciones de hostigamiento se manifiesta de muy diversas maneras y a través de distintas actitudes y comportamientos. Los comportamientos hostiles (Leyman define 45 ) podrían clasificarse como acciones contra la reputación o la dignidad personal, acciones contra el ejercicio de su trabajo, manipulación de la comunicación o de la información u otras situaciones como diferencias de trato, distribución no
equitativa del trabajo, etc. Las conductas hostiles agrupadas por factores (Zapf, Knorz y Kulla clasificaron, en 1996, 34 ), serían: ataques a la víctima con medidas organizativas, ataques a las relaciones sociales de la
víctima con aislamiento social, ataques a la vida privada de la víctima, violencia física, ataques a las actitudes de la víctima, agresiones verbales y rumores.

DESARROLLO
1ª- Fase de conflicto . Problemas de organización del trabajo o problema interpersonal no resuelto y convertido en crónico.
2ª- Fase de mobbing o estigmatización . Adopción por una de las partes en conflicto del comportamiento
hostigador individual o en grupo; fase prolongada por actitudes de negación de la realidad por el trabajador,
l os implicados e incluso por la dirección, que llega a durar en general algo más de un año.
3ª- Fase de intervención desde la empresa. Medidas de la empresa desde algún escalón jerárquico
superior para la resolución del conflicto: a) resolución positiva del conflicto a través del cambio de puesto,
fomento del diálogo, etc. o b) resolución tendente a desembarazarse del supuesto origen del conflicto a través de una mayor culpabilización y sufrimiento del afectado (medidor más frecuente).
4ª- Fase de marginación o exclusión de la vida laboral. En el caso b) citado, se aplican medidas que
van desde las bajas médicas sucesivas, hasta el despido del trabajador o la pensión por invalidez permanente, debida a las consecuencias físicas, psíquicas y sociales que para el afectado tiene este fenómeno de psicoterror, con sus consecuentes cargas sociales y económicas.

CONSECUENCIAS
Para el trabajador afectado: consecuencias psíquicas, físicas y sociales.
Para la organización del trabajo: disminución del rendimiento, problemas de comunicación, absentismo,
peor clima social, posibilidad de aumento de la accidentalidad.Para el núcleo familiar y social: presencia de persona desmotivada y, posiblemente, con algún trastorno psiquiátrico.
Para la comunidad: pérdida de fuerza de trabajo, asistencia a enfermedades, pensiones de invalidez,etc.

EVALUACIÓN
A la hora de evaluar este problema puede valorarse su prevalencia, es decir, cuántos trabajadores se ven
afectados por una o varias de las situaciones descritas. También se puede valorar el tipo, la incidencia y la
magnitud de las consecuencias y su relación con elmobbing mediante herramientas específicas estandarizadas

domingo, 22 de julio de 2012

SINDROME DE BURN OUT




Se refiere a un estado de agotamiento emocional, físico y mental grave en el que la persona se derrumba a causa del cansancio psíquico o estrés que surge de la interacción social y ante una rutina laboral.
Acostumbra a presentarse en personas que por su profesión acostumbran a ocuparse de los demás, como por ejemplo enfermer@s, cuidador@s, maestr@s, etc. Se produce una despersonalización, una reducción de su capacidad personal habitual, como si ya no estuvieran tratando con personas.
Esta situación se ha ido produciendo durante un largo periodo de tiempo, y finalmente la persona se encuentra en un estado de incapacidad para seguir trabajando. 
¿Qué le ocurre?
Siente que ya no puede dar más de sí a los demás,
Se siente desbordado por las demandas emocionales de los otros,
Siente que sus recursos emocionales ya están agotados,
Se levanta ya agotado
¿Cuáles son los síntomas?
Distanciamiento afectivo, irritabilidad, atención selectiva, ironía, etc.
Se producen diferentes mecanismos de defensa como racionalización, desplazamiento de afectos, negación de la realidad, etc.
Absentismo laboral, consumo de medicamentos o drogas, aumento de conductas violentas.
Sufre fatiga crónica, dolores de cabeza, problemas del sueño, hipertensión, y diversas enfermedades psicosomáticas.
Factores precipitantes 
Factores ambientales: El contacto continuo con personas gravemente enfermas, a veces con consecuencias de muerte, y con los familiares de éstos que se encuentran angustiados. En estas circunstancias se producen intensos sentimientos de amor, miedo, duelo, etc. que se dan de forma repetitiva.
A la sobrecarga emocional habitualmente se suma una sobrecarga de trabajo, falta de tiempo, de personal, de material, etc. 
Factores personales: Al principio de realizar este tipo de trabajo, aunque sea muy exigente, se acoge con entusiasmo, pero más tarde se produce una sensación de derrota al no percibir los resultados que se esperaban, a pesar el esfuerzo realizado. Se contamina del negativismo y de la frustración, y finalmente aparecen los citados síntomas. 

Factores desencadenantes 
A causa de los síntomas anteriormente citados se producen conflictos dentro de la familia, y dentro del trabajo, con disminución del rendimiento, de la motivación, llegando a ignorar a las otras personas y sus necesidades, comportándose de forma fría o indiferente. 

Si estás afectado por este síndrome ¿Qué deberías hacer? 
Es conveniente que entiendas que para atender a los demás debes estar en condiciones, y para ello debes cuidar de ti mismo, conocerte tu cuerpo y entender sus señales.
Procura realizar un ritmo de trabajo que no sea excesivo, respetando las pausas de comida, descansos, etc.
Cuando te sientas tenso, haz una pausa y procura hacer una pequeña relajación, para luego continuar.
Di “no” cuando te encomienden más tareas de las que puedes realizar.
Procura favorecer el trabajo en equipo e reforzar los aspectos positivos.
Establece fronteras entre tu trabajo y tu vida privada, cuida tu ambiente familiar, haz gimnasia, masajes, relajación.
Apóyate en tu red social: familia, amigos, compañeros... 
Si ves que no consigues tú solo superar la situación y que desaparezcan los síntomas, acude a un profesional de la psicología que te ayude.
Bibliografía recomendada: Maria A. Manassero i altres. "Estrés y burnout en la enseñanza". Palma: Universidad de les Illes Balears, 2003. Ed. Psicología.3

martes, 3 de julio de 2012

CLEPTOMANIA





La cleptomanía es la necesidad irresistible de robar objetos que realmente no necesita y que por lo general tienen poco valor. Es un trastorno grave de salud mental que puede romper su vida aparte, si no se tratan. 

La cleptomanía es un tipo de trastorno del control de impulsos - un trastorno en el cual usted no puede resistir la tentación o la unidad para realizar un acto que es dañino para usted u otra persona. 

Muchas personas con la vida de la cleptomanía en vivo de vergüenza secreta porque tienen miedo de buscar tratamiento de salud mental. Aunque no hay cura para la cleptomanía, el tratamiento con medicamentos o psicoterapia puede ayudar a poner fin al ciclo de robo compulsivo. 

Los síntomas de la cleptomanía puede incluir: 

 Potente insta a robar objetos que no es necesario 
 Sentirse aumento de la tensión que conduce al robo 
 Sentir placer o satisfacción, mientras que el robo
 Sentimientos de culpa o vergüenza terrible después del robo 
Un deseo fuerte 
A diferencia de ladrones de tiendas típicas, las personas con cleptomanía no robar compulsivamente para obtener beneficios personales. Tampoco robar como una manera de vengarse. Roban simplemente porque el impulso es tan poderoso que no lo pueden resistir. Este impulso hace sentir incómodo ansioso, tenso o excitado. Para calmar estos sentimientos, que roban. 
Durante el robo, se sienten alivio y satisfacción. Después, sin embargo, se sienten una enorme culpabilidad, el remordimiento, odio a sí mismo y el miedo de ser arrestados. Pero el impulso vuelve, y el ciclo se repite la cleptomanía. 
ocurrencias espontáneas 
Los episodios de la cleptomanía parecen ocurrir de manera espontánea, sin planificación. Sin embargo, los acontecimientos estresantes, tales como argumento, puede desencadenar un episodio de la cleptomanía. 
La mayoría de las personas con cleptomanía roba de los lugares públicos, como tiendas y supermercados. Algunos pueden robar a amigos o conocidos, como por ejemplo en una fiesta. A menudo, los objetos robados no tienen ningún valor a la persona con la cleptomanía. Los artículos robados por lo general son guardados, para no ser utilizado. Los elementos también pueden ser donados, regalados a familiares o amigos, o en secreto, incluso regresó al lugar de donde fueron robados. En casos más raros, las personas con cleptomanía puede robar varias veces el mismo tipo de artículos, como ropa interior. En estos casos, la cleptomanía puede integrar elementos de fetichismo. 
Cuándo consultar a un médico 
Si usted está asolado por la culpa sobre los esfuerzos fallidos para detener robo compulsivo o el robo, acuda al médico. Muchas personas que pueden tener la cleptomanía no quieren buscar tratamiento porque temen que serán detenidos o encarcelados. Un proveedor de salud mental no tiene que reportar su robo a las autoridades, sin embargo. Obtener tratamiento puede ayudar a ganar control sobre su cleptomanía. 
Si un ser querido ha cleptomanía 
Si usted sospecha que un amigo cercano o un miembro de su familia la cleptomanía, levante suavemente sus preocupaciones con la persona amada. Tenga en cuenta que la cleptomanía es un trastorno de salud mental, no un defecto de carácter, y el enfoque de su ser querido sin culpa o acusación. 
Puede ser útil hacer hincapié en los siguientes puntos: 
 Estás preocupado porque usted se preocupa por su ser querido de la salud y el bienestar. 
 Uno se preocupa por los riesgos de robo compulsivo, como ser arrestado, perder un empleo o dañar una relación de valoración. 
 Usted entiende que, con la cleptomanía, el impulso de robar puede ser demasiado fuerte para resistir con sólo "poner su mente en eso." 
 Hay tratamientos efectivos disponibles para minimizar el impulso de robar y ayudar a su ser querido vivir sin la adicción y la vergüenza.

El Síndrome de DAMP (Déficit de Atención, del control Motor y de la Percepción)



Un grupo de niños padece un déficit de integración perceptivo-motriz (en el contexto del aprendizaje no verbal).Tienen déficit atencional, déficit de atención viso-espacial, pobreza en la maduración de la coordinación y dispraxia constructiva. Esta problemática ha sido definida desde la década de los 60 como Disfunción cerebral mínima (Clements, 1966; Fejerman, 1987). Gillberg y colaboradores han revisado más recientemente los criterios y los han conceptualizado como Déficit de Atención, del control Motor y de la Percepción (o con el acrónimo DAMP) (Gillberg, 1983; Gillberg, 1998).


El término DAMP es usado en los países nórdicos como un diagnóstico operacional para definir a la combinación de déficit de atención, torpeza motora y trastorno del aprendizaje perceptivo-visual en ausencia de retraso mental y parálisis cerebral. Se trataría, según estas propuestas, un síndrome de disfunción neuroevolutiva, y tal y como lo define el grupo de Gillberg, con un alto grado de comorbilidad psiquiátrica (Landgren, Kjellman & Gillberg: Arch Dis Child, 1998; 79: 207-212)


Parece ser más frecuente en niños que en niñas y no existen diferencias con los grupos control en cuanto al status socio-económico de las familias. El nivel de desarrollo cognitivo es variable pero en general (en el 75% de los casos) los niños con DAMP tienen un CI dentro de la normalidad y en rango de categoría límite en el otro 25%. Queda descartado cuando hay diagnóstico de retraso mental.


Antecedentes familiares Ha llamado la atención la presencia de problemas en el lenguaje en los padres de los niños afectos de DAMP pero no en las niñas.


Antecedentes perinatales Se ha demostrado únicamente entre ellos al consumo materno de tabaco, que se constata en el 36% de los embarazos. La exposición materna al tabaco reduce la actividad prostaciclínica y disminuye la protección fetal a la hipoxemia, tal y como se ha demostrado en experimentación animal donde se ha objetivado retraso en la maduración neuronal y da lugar a trastornos comportamentales. El efecto de la exposición al tabaco sobre una base genética determinada daría como resultante el trastorno DAMP. No se han demostrado diferencias significativas en lo que respecta a consumo de fármacos, incluidos antiepilépticos o alcohol.


Desarrollo psicomotor El 65% de los casos de DAMP tiene dificultades en el desarrollo lingüístico, considerado además un buen marcador pronóstico de los trastornos evolutivos de lectura y la escritura.


¿Dónde situamos nosológicamente el DAMP?


Para muchos autores existe un continuo clínico entre TDAH y Trastorno de Asperger (TA), que no se excluyen, sino que se solapan. De hecho el lenguaje sería el eje común de ese continuo, en especial el aspecto semántica-pragmática del mismo. En nuestra experiencia hasta el 7.2% de los casos remitidos a un centro especializado por sospecha de TDAH recibieron posteriormente el diagnóstico de TA (García Reymundo M et al. Rev Neurol, 2006; 43 (Supl 1): S217-S272).


Muchos niños con TA pueden cumplir además los criterios clínicos definidos para el DAMP y, de hecho, algunos autores considerarían al DAMP como el eslabón clínico entre ambos trastornos: Es un concepto nosológico útil que define mejor que la ‘disfunción cerebral mínima’ el componente de disfunción no verbal del TDAH y lo acerca, por tanto, al TA (Ruggieri VL. Rev neurol, 2006; 42 [supl 3]: S51-6).


Algunos autores como Crespo-Eguílaz y col. (Crespo-Eguílaz N, Narbona J. Rev Neurol, 2006; 43 (Supl 1): S217-S272) incluyen recientemente al DAMP en el contexto del TDAH y lo presentan como una variante comórbida, concretamente entre los Trastornos del aprendizaje no verbal comórbidos. Incluso clasifican el DAMP en los 3 subtipos del TDAH (con predominio del déficit de atención, combinado e hiperactivo-impulsivo). El 68% de los casos se correspondían con el subtipo TDAH-da (ó DAMP-da).


Para nosotros la clasificación actual del TDAH es, aunque necesaria, insuficiente. El espectro clínico del TDAH se amplía en dos direcciones, según se contemple el subtipo con TDAH-DA o el combinado. El subtipo TDAH-combinado tiene una íntima relación con el continuo emocional-conductual, donde la ansiedad y los síntomas internalizantes por un lado, y la actitud desafiante y otros síntomas externalizantes por otro, definen fenotipos que el propio Barkley ha reconocido de enorme utilidad práctica (Barkley R. ADHD: A Handbock for diagnosis and treatment. 3ª ed. 2006). El subtipo TDAH-DA, por su parte, se podría implicar en el continuo aprendizaje-comunicación, donde encontramos en el otro extremo al TA y los TANV. En este continuo, y también como eslabón entre TDAH y TA, podemos encontrar al Trastorno DAMP. Consideramos personalmente que el DAMP es un síndrome clínico con personalidad propia, que no debe incluirse entre las ‘comorbilidades’ del TDAH sino, como apunta Martin Kutcher, en el sentido de un “Síndrome Mix” que relaciona el TDAH con otras dificultades del neurodesarrollo como los trastornos del aprendizaje, el espectro autista, el Trastorno de Tourette, la depresión o los trastornos en el procesamiento central auditivo (Kutcher M. L. 2005). Kutcher define el síndrome MIX como una realidad clínica en la que muchos niños manifiestan una combinación de rasgos genéticamente determinados que se presentan al mismo tiempo. Cada uno de estos problemas puede exacerbar a los demás. Cada uno de ellos tiene su propio gradiente de severidad, con un determinado nivel de impacto. Incluso aunque no alcancen la categoría de ‘trastorno’ por no cumplir los criterios formales el resto de problemas podrá beneficiarse de la intervención clínica, es lo que Ratey y Johnson denominan ‘Shadow syndrome’ (Ratey y Johnson, 1998).